miércoles, 19 de abril de 2017

Esos tesoros olvidados - Parte 1 - Iron Maiden y Megadeth



Tal vez no somos capaces de valorar algunas canciones como se merecen. Así de directo. Pueden existir varias circunstancias para que se de el caso mencionado en la frase que abre este artículo. Posiblemente una gran canción se ha colado en un disco mediocre y ha acabado siendo también víctima del odio que ha recibido el disco, o incluso por lo contrario, hablar de un disco tan magno que una canción muy buena queda opacada ante el resto, pero no por ello está falta de calidad. Existe también la posibilidad de que siempre pensemos en esos clásicos que tiene la banda, esa maldita frase, algo como ''Es algo bueno, pero no es un X''. No olvidar que tal vez es la complejidad de la canción tan grande que necesita más de una escucha para que su calidad sea descubierta, pero no se llega a hacer el esfuerzo ante una primera escucha que deja una sensación negativa.

Hay cientos de situaciones que provocan que una gran canción sea olvidada tanto por la banda como por los fans, aunque a veces la balanza se decante por uno de los lados. Las canciones son pedidas a gritos a veces por los fans, para que sean añadidas al set-list de la banda, mientras que esta ignora la petición de sus fans, considerando que no daría el nivel para el concierto. A veces son los fans los que no están dispuestos a sacrificar alguna canción en un hipotético concierto para que entre otra canción.

El primer punto del segundo párrafo es el más habitual personalmente, especialmente en bandas veteranas y famosas o que al menos tienen una trayectora medianamente larga por lo que existen unos clásicos formados. Esto provocaría un desenlace en el segundo punto, donde si bien es cierto que los fans pueden pedir otra canción, no se imaginan ir a un concierto de Metallica sin Enter Sandman o Master of Puppets, por poner un ejemplo.

¿Por qué dejar olvidadas esas piezas que sí pueden llegar a rivalizar con algunos clásicos, o al menos, ser dignas? Hacer arte es algo que lleva mucho trabajo, y esas canciones merecen un hueco en nuestro corazón. Hoy vengo a reivindicar esos tesoros que mis bandas favoritas han hecho pero no tienen el cariño que se merecen, al menos, en mi humilde opinión. Espero que esto sirva para sacar la pala y desenterrar alguna joya y sea un poco más conocida, aunque sea, por una única persona.

Vamos a empezar con uno de los grupos que más canciones olvidadas tiene, especialmente por una carrera tan larga, con 16 discos, y con himnos legendarios a sus espaldas que tapan a gran parte del resto de su discografía. La banda británica Iron Maiden tiene canciones de gran nivel que nunca han tenido el protagonismo merecido, pero combatir ante canciones como Aces High o The Trooper es realmente complicado.



La primera canción que quiero mencionar ha recibido un trato bastante injusto por la banda. El propio Harris consideraba que este tema en concreto no estaba a la altura del disco al que pertenece, Powerslave. Me parece injusto decir esto porque Powerslave es un disco que roza la perfección de lo que es el heavy metal en muchos momentos, hablando de temas que son de 10 porque es la máxima puntuación. La canción en cuestión es The Duellist, que personalmente sigue siendo una canción de 10, pero que no tiene la magnitud de Aces High o 2 Minutes to Midnight porque nunca ha sido tocada en directo, cuando The Duellist es una canción que funcionaría perfectamente en directo.

Uno de los estribillos más épicos del disco se encuentran en esta canción, con un Dickinson pletórico y unas guitarras que crean unas melodías muy pegadizas. Además, la canción cuenta con un segmento instrumental que está muy elaborado y que demuestra las habilidades tanto de Steve al bajo, como de Adrian y Dave a las seis cuerdas, con un Nicko a un gran nivel en la batería. Lo único criticable de esta canción, es tal vez una lírica no tan memorable... pero ¿Quién no se imagina a un estadio entero cantando ese estribillo que dicta:

Ohhh, ohhh
fight for the honor
fight for the splendor
fight for the pleasure



La siguiente canción está situada en un disco que no es malo, pero sí cuenta con un relleno que estropea notablemente el producto final. Fear of the Dark, el último disco antes de la marcha de Dickinson, cuenta con canciones de gran nivel y otras que mostraban que la banda no estaba en sus mejores momentos compositivos. Como ya dije en el top que hice sobre los discos de Maiden, la canción quedó tapada por el clásico homónimo, que eclipso prácticamente al resto de canciones del disco, pese a eso, considero que la canción que mejor recoge la esencia Maiden en ese disco es la olvidada Judas Be My Guide. De nuevo estamos ante un estribillo que es simplemente maravilloso, una instrumental preciosa, y un Bruce intercalando una voz ligeramente raspada en los versos y un registro completamente limpio en el estribillo que queda realmente espléndido... y pensar que la voz del británico estaba en duda de aquella época...



Pasanso al siguiente milenio, no es desconocida la disparidad de opiniones que crean los discos de Maiden en estos tiempos. Sean aburridos o más complejos, sí que es cierto que esconden tesoros de gran valor y que no tienen la importancia merecida. Brave New World supuso el regreso dorado de Adrian Smith y Bruce Dickinson a la doncella. El disco azul, que sirvió para introducir a Maiden al nuevo siglo, contó con canciones que pasaron a ser himnos desde el primer momento como Ghost of the Navigator, Blood Brothers o el tema que da título al disco. Pero como suele ser habitual, la grandeza de unos es la miseria de otros, y varios temas de ese mismo disco quedaron prácticamente olvidados ante la maestría que mostraban los temas ya mencionados. El mejor ejemplo es el tema que finaliza este álbum. The Thin Line Between Love And Hate es un corte sobresaliente, lleno de melodías complejas y con unos solos de guitarra de alto nivel. La composición muestra un sonido ligeramente más oscuro en Maiden, mezclándolo con partes más melódicas y tranquilas, haciendo de esta una canción muy completa. La canción, de casi 10 minutos, no se hace larga ni pesada en ningún momento, lo que tiene un mérito bastante grande a mi entender.



Por último (y es que de Maiden hay mucho tesoro oculto y no acabo nunca) nos vamos al sucesor de Brave New World. El irregular disco de 2003 Dance of Death mezcló temas de gran nivel con otros más flojos, pero pocos himnos salieron de ese disco, siendo tal vez uno de los más olvidables de Maiden (sin estar falto de calidad tampoco)... pero aún así, siempre hay algo donde rascar si uno no se queda en la superficie. Una de las más cruentas batallas de la Primera Guerra Mundial da título a una de las canciones más originales de Iron Maiden, Paschendale. Esta canción es un golpe en la boca a todos aquellos que consideran que Maiden sólo se dedicaban a repetir fórmulas desde la vuelta de Bruce, ya que este tema es uno de los temas más originales que la doncella ha parido. Recomendable su escucha, ya que aquí os dejo el vídeo.



Reitero la idea de que Maiden tiene muchas joyas ocultas que no han recibido el trato que merecen, y es que 16 discos da para mucho. E incluso en las obras más pasables de la doncella (que sólo son un par) se puede rascar algo. La grandeza de Iron Maiden es algo que no se puede medir, y que cada uno debe descubrir. Desde Iron Maiden (disco) hasta the Book of Souls, pasando por Powerslave o The X Factor. Hay mucho donde rascar, muchísimo.




Otros temas a destacar:
22 Acacia Avenue
The Loneliness of the Long Distance Runner
Alexander the Great
Be Quick or Be Dead
Different World
For The Greater Good of God
The Great Unkown

Ya que hemos empezado este artículo con lo que es mi banda favorita pasemos a mi segunda banda favorita. Megadeth. La banda de Thrash de Dave Mustaine también encierra varias joyas que normalmente han quedado opacadas por los clásicos y que no suelen tener el reconocimiento que merecen, pero siendo este caso uno más extremo que el que se puede ver en Iron Maiden. Todos demandan desde Peace hasta Countdown (y si me apuras, Youthanasia) quedando el resto bastante olvidado. No está falto de calidad el resto de obras del colorado, si bien es cierto que no alcanzan la magnitud del periodo mencionado. Aún así, no viene mal fijarse en varias canciones que por lástima no han recibido la atención merecida.



Canción polémica la primera, especialmente por el CD al que pertenece. Risk como dice su nombre fue un riesgo tomado por Mustaine. En un intento por experimentar, Mustaine acabó creando un monstruo deficiente y que no merecía la pena escuchar... a excepción de una canción. Prince Of Darkness es ese atismo de inteligencia que puede llegar a mostrar ese monstruo, esa esperanza que no obstante desaparece cuando acaba el tema y te das cuenta de que el conjunto no sirve para nada... ¿Pero y si todo el conjunto fuera como esa parte? Si bien es cierto que las guitarras no suenan tan afiladas como antes, Prince of Darkness presenta una intro muy interesante, seguida de un verso realmente pegadizo, para desembocar en un estribillo realmente apoteósico. La canción es un ''de menos a más'' constante que demuestra que incluso en días bajos, Mustaine puede entregar calidad. Si todo el disco siguiese la estela de esta canción, estoy seguro de que hablaríamos de un album que rozaría el sobresaliente y además con lo que Dave quería, un sonido más distinguido de Megadeth. Una pena. 



La vuelta de Mustaine al thrash tras el fracaso de Risk tampoco fue algo de gran nivel. Sin ser un disco malo, la palabra mediocre es lo que mejor define a The World Needs a Hero. Mustaine vuelve a hacer lo que hacía antes, pero de forma simplificada, provocando que no muchos temas destacasen en este disco... a excepción de uno, que ya era conocido por haber aparecido en el recopilatorio del año anterior Capitol Punishment. Dread And The Fugitive Mind presenta un verso realmente simple, pero que funciona y llega a ser muy pegadizo. Un simple riff y unas palabras de Mustaine al aire sirve para que los pelos se pongan de punta. El estribillo de nuevo, es pegadizo y contrasta con el minimalismo mostrado en el verso principal. Para colmo, posiblemente la canción tenga una de las mejores secciones instrumentales tras la marcha de Friedman, así que ahí queda el asunto. Dread And The Fugitive Mind es de nuevo, otro ejemplo de excelencia en un viaje que ser torna algo tedioso y aburrido, siendo ese viaje el mediocre pero necesario The World Needs a Hero



El siguiente tema en cuestión es uno de esos que huele a clásico desde el primer momento, pero que por la poca atención dada por la banda a excepción de su correspondiente gira, no tiene el estatus que merece. Sleepwalker perteneciente al buen United Abominations . El tema en cuestión es un retorno a esas guitarras afiladas que se añoraban en Megadeth, a esos riffs más complejos, a esos estribillos que mezclan la garra con la melodía, a esos solos, pero sobretodo, a esos cambios de ritmo que sólo Mustaine sabe introducir de esa manera. No existía mejor forma de consolidar que los malos tiempos quedaban atrás y demostrar que Megadeth estaba cogiendo cada vez más fuerza, empezando a vivir una segunda juventud que quedó más que patente con el posterior Endgame , y la idea se refuerza si vemos el anterior The System Has Failed. Una trilogía que era muy digna de pertenecer a la discografía del colorado. De The System Has Failed podríamos rescatar también Blackmail The Universe , que sin llegar al nivel de la canción destacada también en este párrafo, es un tema de gran nivel y que muestra el resurgir de las cenizas de Dave Mustaine.



Para ir finalizando con Megadeth es hora de hablar de otro disco algo irregular. Th1rt3en es un disco que si bien tiene canciones de gran nivel, parecen ser las canciones descartadas de otros álbumes (siendo en algunos casos cierto incluso) por lo que el disco nunca llega a despegar, pero personalmente oculta una joya que ha sido enterrada de manera vil e injusta. La última canción de Th1rt3n, la canción número trece llamada... 13. Esta canción que cierra el disco es una balada dignísima. No algo como Promises, que se llega a hacer melosa, ni algo como A Tout Le Monde, donde se roza la perfección, no. 13, y me arriesgo mucho ante las palabras que vais a leer ahora,es la canción más personal y sentimental que ha escrito Dave Mustaine en toda su vida. Cada línea es un tesoro que nos da el colorado, donde nos cuenta como se ha sentido en su vida. Lo dije anteriormente en este blog, pero Th1rt3en es el peor disco de Megadeth a nivel vocal, ya que la operación en el cuello de Mustaine estaba muy reciente y eso se tenía que notar. Pero esta canción es un caso aparte, especialmente su primer párrafo donde creo, y también me lanzo yo mismo a un precipicio al decir esto, Mustaine nunca había cantado tan bien.



Megadeth también tiene ciertas riquezas fuera de nuestros superficiales ojos, los cuales se enamoran ante las estatuas doradas que apuntan hacia los cielos, pero ignoran las joyas en el suelo. Mustaine ha demostrado tener una de las mentes más interesantes en la historia de la música (efectivamente, no sólo del Metal). Es hora de echar los ojos a la tierra y darse cuenta de que aquello que ignoramos, también tiene gran valor.

Otras canciones a destacar:
Washington is Next!
This Day We Fight!
The Scorpion
Lucretia
Looking Down The Cross
Elysian Fields
Dystopia

Hasta aquí este primer ''Tesoros Olvidados'' por parte de mis dos grupos favoritos. Si la idea gusta seguiré haciéndolo de bastantes más grupos. Necesitaba un descanso importante de todo y por eso el ritmo de publicación ha bajado notablemente y seguramente no se recupere hasta el verano. Si bien es cierto que nuevas ideas rondan mi cabeza, ya que ansío escribir más cosas aparte de críticas de disco, y espero poder plasmarlas en verano especialmente. Sé que está pendiente la reseña de Blaze Out, pero tengo poco tiempo para diseccionar el disco de tal forma que pueda hacer una crítica decente. Por cierto, este blog ya tiene un año, y he de hacer una entrada especial.

Nos leemos.

Ari.

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